miércoles, 13 de julio de 2016

De tortura o como le dicen por ahí entrar al kinder

Desde que el changuito tenía como 11 meses, el argentino empezó a convencerme que metiéramos al crío al kinder para que yo pudiera tener un poco más de tiempo (cosa que sospecho que era para que me cuidará un poco más... jojo). Así que lenta como soy para procesar las cosas y etapas nuevas recién la semana pasada a sus 1.7 por fin el changuito entro a la guardería.

Escogerla no fue tan complicado, en realidad teníamos el plan de meterlo junto con su amiguito instantáneo, pero al final a su mamá le gustó otro diferente que me queda más lejos y ahí acabo nuestro super plan. 

El primer filtro fue obvio internet y luego llamar para investigar, ver que tan abiertos eran, si eran amables, empaticos, etc. El segundo filtro fue agendar las citas y resultó que la segunda escuelita a la que fui me gusto desde el principio, investigué más y me quedé convencida que la segunda era la que me gustaba.
Una de las cosas padrísimas de haber elegido esa guardería fue que una amiga que es maestra me contó que ella trabajo ahí y me dijo que los dueños/directores eran excelentes personas y pedagogos, lo que me dio un poquito más de tranquilidad de dejar a mi hijo en buenas manos.

Una vez hecha la decisión, el siguiente paso fue hacerme mensa otro par de meses para no entregarle a mi changuito a alguien más, hasta que el argentino me hizo entrar en razón y decidimos que julio era el mes ideal para empezar, así podríamos tener un periodo de adaptación conmigo de vacaciones y podrían ser más sencillos los horarios y demás.

Así que llego el 1º de julio y gracias a la vida que era viernes, esperamos hasta el lunes para empezar, el primer día fue 45 minutos, el siguiente 1:15 h, el tercero 2 horas y a partir del cuarto sus 4 horas completas y debo de decir que ha sido una montaña rusa bipolar y me hizo dudar seriamente si me lo aceptarían de 16 años para no pasar por esto ahora.

Nunca de los nuncas me imaginé lo que iba a sentir al dejarlo llorando así, fue peor que el día que le pusieron sus primeras vacunas, donde el lloraba y yo también; aunque debo de decir con mucho orgullo que el primer día me aguante hasta la casa de a lado de la escuela para poder llorar amargamente que mi changuito ha crecido y empieza otra etapa en su vida. Su primer momento de independencia podríamos decir.

Cabe mencionar que estamos convencidos que es un buen momento para hacerlo y que a él le va a hacer bien, pero esos minutos donde lo dejó hecho un mar de lagrimas mi corazón se rompe un poquito. He platicado mucho con el director de la escuela y con las misses e incluso con algunas mamás de su grupo y afortunadamente todos dicen que así es por las primeras 2 o 3 semanas, así que ya veremos como va progresando.

Por el otro lado, para mí ha sido también rarísimo, los primeros días lo dejé y me ponía a llorar y no sabía ni porque lloraba, pero el cuarto día que lo dejé 4 horas fue el día de claridad para mí, con mi mañana libre en la que disfrute cada momento y aunque una parte de mi estaba angustiada de que el changuito estuviera en otro lado, flojee super rico atendiéndome solo a mí.

Así que bueno, vamos adaptándonos los dos, él salió super feliz ayer y el reporte fue que ya lloró poquito y yo ya encontré una linda oficina donde puedo venirme a trabajar esas 4 horitas sin ninguna distracción y que además esta a solo una cuadra de la guardería, lo que de manera absurda me da un poco de tranquilidad de por lo menos estar cerquita.

Lo que les puedo recomendar en agosto a todas las que metan a sus changuitos a la guardería es paciencia, mucha paciencia, llegar con sonrisa a la escuela, aunque por dentro quieran ponerse a berrear igual que su changuito y platicarles mucho de lo que está pasando. Ah! y otra de las cosas que nos ha funcionado a nosotros es mandarlo estos días con Glu, osea un caballito de mar que es su muñeco de peluche favorito, y así por lo menos tiene algo de casa con él.

Suerte en agosto!

miércoles, 8 de junio de 2016

El changuito y mi comedor.

Al empezar a vivir con el argentino, hace casi 14 años, estabamos en nuestros primeros trabajos y no teníamos mucho presupuesto, así que armamos nuestra casa aceptando muebles regalados, algunos los compramos de segunda mano, teníamos un refrigerador horrendo que le regalaron al argentino en un centro de ayuda para la comunidad judía y éste con su pinta (que además, en ese momento tenía caireles largos) fue y tuvo a bien aceptar. El refri se caía a pedazos, las repisas las deteníamos con frascos de mermelada y consumía toda la luz permitida por un particular.
Nuestros burós eran cajas de cartón, nuestro comedor era una mesa verde de plástico, nuestra TV era de botoncitos y le cambiabamos desde la cama con un palo cortinero y así era todos, nuestros amigos vendían muebles y nosotros nos los quedábamos y así nos hicimos de casi toda la casa.

Cuando nos mudamos al departamento en el que actualmente vivimos fue la primera vez que fuimos a una mueblería, apenas hace 6 años, elegimos un mueble y lo compramos: nuestro comedor.
Primer mueble comprado nuevo, empacado, sin rayones...wow!  yo por lo menos me sentí como grande a mis 30 y pico, jojo.

Los primeros años le ponía su aceitito de cerezo para cuidarlo y así paso el tiempo hasta que tuve un hermosísimo changuito que un día empezó a comer solo, le conseguí sus primeros cubiertos, padrísimos de changuito por cierto y el muy canijo empezó a martillar mi mesa cada vez que podía con el tenedor y en sus meses que lleva comiendo solo, le ha dado en la mother a mi mesa.

Así que después de hacerle textura a mi mesa, decidí regresar a los cubiertos de plástico y ayer en la distracción le di al changuito su tenedor y de nuevo a martillar la mesa, en un segundo le hizo como 6 hoyitos, minúsculos, en medio segundo le quité el tenedor, sentí que enfurecía, lo aventé al fregadero, lo regañe y le dije: a comer con las manos.

Siete segundos después estaba dándole yo de comer con mi tenedor y a los 4 minutos que ya había terminado de comer, estábamos sentados en el piso y su mamá se lo comía a besos cosquilludos y es que eso, es ser mamá.


Todos los días pasas por dos millones de emociones, afortunadamente la mayoría son increíbles, pero también te enfrascas de repente en frustaciones, miedos, enojos y berrinches, y el secreto creo yo, es ser algo así como bipolar y aprender a a dejar ir las emociones negativas, hacerles frente, vivirlas y dejarlas ir.

Yo todos los días practico como ir abandonando la cordura, ("¿Más?" diría mi hermano) unos días me sale bien y otros no, el chiste es seguir tratando y pensar que todas estas tonterías las vamos a extrañar dentro de no mucho que las batallas sean otras.



martes, 5 de abril de 2016

Esto de la búsqueda de kinder.

Cuando el changuito tenía como 11 meses y tenía un rato ya de no ser un bulto y ya se movía por si solo, ósea dizque gateaba, empecé a ir al parque o a reuniones de mamás con bebés que salieron de mi queridísimo yoga prenatal.
Así que ahí o en el parque hemos conocido algunas mamás y bebés con los que el changuito juega de manera regular y ha podido hacer un par de amiguitos constantes: la garota linda, ósea su amiguita brasileira, y el amigo instantáneo, al que le decimos así porque el changuito y él se entendieron perfecto el día que se conocieron en el parque y tienen un lazo bien bonito y especial.



Pero bueno, volviendo al tema, el argentino y yo habíamos platicado desde que el changuito esta más chiquito y decidimos que sería buena idea que entrara temprano al kinder/guardería para fomentar esta convivencia y empezó todo el proceso de búsqueda por ahi de febrero. La primer búsqueda fue la más difícil y fue encontrar el ánimo para hacerlo y como bien saben tengo una tendencia a hacerme medio wey cuando no estoy convencida de algo, así que pasaron los meses y el changuito va a cumplir 1.4 y no hay nada definido.

Después empezó la investigación ya en serio, primero mi amiga mamá del amigo instantáneo y yo, decidimos que estaría increíble meterlos juntos, así que ahora hay que encontrar escuelita que nos guste a las dos y que cumpla con todas las expectativas de dos mamás y papás primerizos. 

Yo, obvio antes de siquiera googlear escuelas, googlee que "debes investigar para encontrar un buen kinder" y me salieron 302 artículos con todo un listado de preguntas terroríficas como: ¿hay doctor en la escuela?, ¿qué pasa si mi hijo se cae del changuero?, ¿y si tiembla?, ¿y cómo son sus salidas de emergencia?, ¿y cómo seleccionan a las misses?, ¿y quién le cambia el pañal?, y así me empezaron a surgir dos millones de dudas y miedos de dejar mi retoño con un bonche de gente que no se ni quienes son!!!

Y como si eso no fuera poco, empecé a preguntar a algunos amigos con bebés y surgió el siguiente tope en la investigación y me parece de más terror, pero muchos de nuestros amigos han sentido una presión enorme por escoger el colegio perfecto para la vida de sus hijos cuando apenas tienen 2 años o menos agobiados por el famoso tema de las listas de espera de las escuelas.

Cosa que honestamente me parece una mega ultra jalada de las escuelas, mi tía/amiga puso a mi prima en lista de espera para un colegio y después de casi 1 año de espera, le hablaron para avisarle que había un lugar, pero como ella se atrevió a no contestar sus dos llamadas hechas con el intervalo de un minuto mientras ella trabajaba, cuando regresó la llamada 15 minutos después le dijeron gracias por participar, ya le dimos el lugar a alguien que le interesa y nos contesta....

Qué??? 

Aja, tal cual. O les hacen evaluación para ver si los aceptan, o los mandan a terapia del aprendizaje a los dos años por no fletarse una clase de 30 minutos sobre los días de la semana en inglés... lo juro. 

Lo que lleva a la conclusión de que este rollo de dejar que nos escojan a los dos años, seleccionando lo mejor de lo mejor es un peso enorme y me lleva a pensar en la presión de los niños por aprender cada vez más a más temprana edad y me sale la duda de si no les quitamos un poco de infancia o inocencia con este rollo... cuando me parece que deberían estar jugando y descubriendo el mundo. 
Ojo, yo siempre he dicho que no tengo manual y que no se nada de esto, así que también creo que hay gente para todo y es muy válido.

Pero para nosotros, todo esto nos llevó a tomar la decisión de escoger una guardería/kinder que nos guste, que los nenes la pasen bien y que no tenga esta presión enorme de su futuro, cuando todavía ni comprenden que hay un mañana. Tal vez esté equivocada, pero siento que hay muchas escuelas que a lo mejor no son las más conocidas o las más votadas como la mejor escuela del DF, perdón CDMX, en la que el changuito podría entrar en un futuro y que no sea un tema tan complicado... que se yo, espero no arrepentirme en 4 años.

Por lo pronto, hemos descubierto es que algunas guarderías tienen convenio con algunos colegios para tener pase directo y es un punto que estamos tomando en cuenta, ya fui a una que me gusto pero no se si será la definitiva. Ya les contaré.



jueves, 31 de marzo de 2016

De vacaciones, de dormir en otros cuartos y 3 dientes.

Hace mas de un mes que no escribía. Pasó que justo el día que publico, que suele ser los martes acababa de tener un día horrible y no tenía ni ganas ni nada positivo que decir, asi que no escribí nada y han pasado un montón de martes y hace unos días mi cuñada me recordó que hace mucho no escribía y hoy decidí tomarme un poco de tiempo para hacerlo y contarles de las vacaciones.

Nos fuimos 10 días fuera con mis papás y mi hermano, de los cuales el argentino estuvo unos días allá y unos días acá y nos dejó convivir a mi familia y a nosotros directamente durante muchos días y debo decir que la pasamos delicioso, mis papás me apoyaron mucho con el changuito y mi hermano pudo convivir con el sobrino bastante. Fueron 9 días en los que tuvimos una extraña convivencia como cuando vivíamos todos juntos en casa de mis papas. 

Lo único que no estuvo nada padre fue la dormida. El changuito en casa duerme en su cuarto desde que tenía algo así como 4 meses, y fue su papá el que me animó. Un buen día le dije, “¿Cómo ves si pronto pasamos al changuito a su cuarto?” y la noche siguiente entré al baño y cuando salí la cuna de mi hijo estaba en su cuarto y hoy se lo gradezco infinitamente. El changuito ni cuenta se dio de dormir en otro lado y no tuvimos que batallar con el rollo de pasarlo a su cuarto cuando se diera cuenta; pero bueno volviendo a la dormida en vacaciones… la casa a la que vamos, tiene nuestra recámara con la cuna del changuito y  la última vez que fuimos decidimos pasarlo al otro cuarto para que durmiera solo como en casa. 

Esta vez que fuimos, lo pasamos al otro cuarto y taran! primer noche el changuito durmió bien… segunda noche, se le metió el chamuco y se despertó dos millones de veces pegando de gritos y llorando. Mi papá, osease el abuelo colgado de la lámpara y sufriendo, queria ir a levantarlo o acostarlo de regreso con nosotros y yo terca con que no, total que nos pasamos una semana donde el changuito despertaba gritando y yo corría, bajaba escaleras, lo calmaba, lo hacía dormir, lo acostaba, subía, me volvía a dormir, repetiamos la operación completa otra vez más y la tercera acababa en la cama durmiendo con nosotros y descubrí que siendo mamá consada puedes dormir con patas de chango en la cara.

Total que fue un infierno, solo un par de noches durmió bien y yo volví a casa con la ojeras más grandes del mundo pero esperanzada de volver a la normalidad, cosa que una noche después que despertó 4 veces descubrí que no iba a pasar.

Ahora dentro de todo este desastre dormilón, sospechabamos que los dientes tenían algo que ver, porque justo la semana que nos fuimos le empezaron a salir 3 dientes al mismo tiempo y ayer, llegué a la conclusión de que el changuito no dormía por eso, no solo porque no fuera su casa o porque con solo hacer “ui!” tenía un par de abuelos queriéndolo rescatar, sino porque estaba incomodísimo. Así que tratando de compensar un poco el tema, hice recolección de consejos vía facebook (muchas gracias a todas) y conseguimos varias opciones para probarlas y adivinen: el changuito durmió perfecto y la sonrisa regreso a esa carita que ya casi se arrugaba por mal genio.


Espero que no haya sido casualidad y que sigamos bien, ya les contaré.


martes, 16 de febrero de 2016

Mi bebé no camina!!!!... y no pasa nada.

Como les conté hace unas semanas estoy en un grupo de facebook de mamás donde somos miles de mamás en contacto, contando o compartiendo todas las inquietudes, preocupaciones, dudas y alegrías que están alrededor de este tema de la maternidad y una de las cosas que veo muy frecuentemente son todas las dudas de cuando debe de pasar cada una de las etapas de desarrollo de los bebés, que si su bebé no ha gateado, o no se sienta o no tiene dientes, y debo de decir que aunque me generan mucho curiosidad también veo que todas estamos inquietas con lo mismo y que a todas nos hace falta la misma dosis de tranquilidad y de paciencia.

El changuito ha tomado todo con mucha calma, vamos, desde su llegada, que tomo más de 8 años de planeación y espera, después se tardó toda la vida, bueno la suya en sentarse, se sentó por ahí de los 10 meses, gateo casi a los 11 meses y todavía no aprende a gatear bien, tiene dos medios dientes, no se anima a caminar solito todavía y todo está bien. La primera vez que me agobie fue por ver a sus compañeritos de la yoga (como la garota linda) hacer cosas que el todavía no hacía como sentarse y lo que hice fue preguntarle al pediatra que onda y su respuesta (del pediatra 1) fue lo tomará con calma, que cada bebé tiene su ritmo. Cuando cambiamos al pediatra 2, seguía yo con la duda de porque el changuito todavía no gateaba y él me dijo lo mismo: "Relájate, no hay prisa".

Y ahí fue cuando me quedo casi claro que mi hijo es más lento en su desarrollo, cosa que no creo que le vaya a afectar en lo más mínimo, al contrario por un lado doy gracias que todavía no se anime a caminar y aunque el argentino y yo lo intentamos en la noche, poniéndonos frente a frente y ayudándolo a dar unos pasos por si solo, agradezco que las persecuciones son más lentas gateando que si fueran caminando o corriendo.

Una de las cosas que me dio paz también fue entender que el desarrollo de nenas y nenes es distinto, yo lo comparaba con la garota linda (osea su amiguita brasileña), que es una de sus amiguitas que conoce desde que nació, y la garota linda se sentaba como a los 4 meses y yo en shock, se paro, camino y tuvo dentadura de 1,000 dientes como media hora después y yo veía al changuito y nada... pero oh sorpresa, es nena, y simplemente su desarrollo ha sido distinto y no esta ni bien ni mal, solo es la naturaleza con otro ritmo, pero en general después de haber leído algunas fuentes, veo que si se desarrollan más rápido incluso desde tan chamacos.


La parte de esto que si me sigue generando duda es que onda con la estimulación... el changuito se sentó tarde porque su mamá no sabía que había que enseñarle a hacerlo... cuando me enteré, lo hicimos un par de semanas y voilá... se sentó. Así que ahora trato de leer más y ver cómo debo estimularlo para llegar a ciertas metas como caminar, comer solito, etc. y he logrado tener un poco más de paz en mi cabecita que siempre está tratando de descifrar qué onda con el changuito.


Así que para terminar les dejo mi link aquí de algunas ideas de juegos para entretener un poco a los bebés de un año y de paso estimular un poco su motricidad y otras cosas.




martes, 9 de febrero de 2016

Esos días en los que quieres renunciar...

Hoy fue uno de esos días. Van solo 3 afortunadamente en 1 año, 2 meses, 1 semana... pero son estos días los que te enseñan muchísimo de maternidad, te enseñan como puedes salirte de tus casillas y cómo debes aprender a controlarte para poder controlar a un niño.

La primera vez que tuve un día del terror fue cuando el changuito tenía 4 meses, fue un día en el que obvio yo estaba agotada, durmiendo mínimo cada par de horas y tratando de ser la mejor mamá aunque no tenía idea de lo que estaba haciendo y ese día me gano el cansancio. El changuito estaba muy inquieto en la tarde y fue por ahí de la hora del loco, (durante meses cerca de las 5 de la tarde fue la hora del loco, donde nada lo consolaba), que él lloraba y lloraba, yo le di de comer, lo hice repetir, le cambie pañal, lo arrulle en la pelota, camine, e hice todo lo que pude y él seguía llorando, así que perdí la cabeza y me enojé, lloré de desesperación y en un momento hasta le grite al pobre... Gracias a la vida que en algún momento le hablé a mi mamé que fue en nuestro socorro. Llegó y se encargo del changuito en lo que yo podía dormir dos horas seguidas, que cuando un bebe tiene 4 meses son oro puro.
Obvio al día siguiente me sentí la peor madre del universo por haberle gritado, pero viéndolo con cabeza fría me di cuenta que al ponerme yo nerviosa le trasmití mi histeria y se hizo un circulo vicioso del horror.

Un buen día hace dos semanas, el changuito decidió  que no quería dormir más siestas y paso de dormir 3 siestas en el día a no querer dormir en todo el día... obvio a las 4 de la tarde, él estaba histérico del cansancio y yo ya no sabía ni que hacer para que se durmiera, lo acosté varias veces y el efecto era igual, estoy segura, a que si lo hubiera metido a una tina de lava ardiente, sus gritos se oían en toda la cuadra. Probé arrullarlo como cuando era chiquito y se retorcía y me pegaba, probé colgármelo y se enojo igual, probé cargarlo y cantarle y nada, lo ponía en el piso y lloraba, la andadera y berreaba y así nos seguimos... durante más de 3 horas seguidas. 
Cada vez que cambiábamos de posición se calmaba unos minutos dejando ver que era una cuestión de berrinche puro y no de dolor o incomodidad, para que 5 minutos después se enojará de nuevo y nada funcionará, volví a perder la cabeza y le volví a gritar.... y obvio ahí empecé a llorar, sintiéndome la peor mamá del mundo por gritarle a un bebé que lo único que tiene es sueño y una gran terquedad a no dormir. Llegó el argentino, le entregue al niño y me fui. Literal. Me salí de casa, me fui a llorar a la calle como loca sin drogas, y volví un rato después cuando el argentino había logrado hacer su magia y calmarlo.... 
Al día siguiente empezamos igual, 11 am y no lograba que se durmiera, así que lo trepé al coche y me fui con mi mamá a que me ayudara a recuperar la cordura y ella me dijo algo que me dio un poco de tranquilidad: Ale, se vale cada tanto ser mala madre. No te exijas tanto, vas a cometer errores toda tu vida con ellos y lo importante es ir aprendiendo para evitar repetirlos tal cual. Acepta tener un mal día.

Y sí, se vale tener malos días, es como en todo, en el trabajo todos hemos tenido malos días y con la maternidad es lo mismo, es un trabajo pesado, el más gratificante que he tenido, pero hay días que se complican más y cometemos errores y se vale y lo más importante es entender qué pasa, se vale querer renunciar, se vale cansarse y pedir ayuda. 

Así que hoy de nuevo fue uno de esos días del terror en el que el changuito de nuevo no quiso dormir en todo el día y en la tarde ya se llamaba El Diablo (léase con acento gringo) y estaba cansado y de mal humor y para hacerlo más interesante además no quiso comer...

Hoy, por lo menos tenía más fresco lo de la semana pasada, lo dejé en paz, me acosté a lado de él, mientras él jugaba y hacía berrinche, hice 4 intentos y en el 5º logre que comiera, me mantuve tranquila y aunque hubo segundos en los que sentí que quería renunciar, pude respirar y encontrar más paciencia para no volverme loca y con mucho gusto debo decir que lo logre, después de comer, logre que se calmará un poco y le mejoró bastante el humor; así que sí, se vale tener un mal día siempre y cuando aprendamos algo de ellos.


martes, 2 de febrero de 2016

Los grupos de facebook y similares de mamás

Cuando nació el changuito y pasaba horas de madrugada en los menesteres de la lactancia me pase horas y horas en facebook y otras redes sociales y descubrí un grupo de facebook al que pertenecían varias de mi amigas y mandé mi solicitud para pertenecer. Después de unas semanas volví a encontrar el grupo y al querer mandar solicitud me acordé que ya la había enviado y supuse que me habían mandado a volar y me decepcioné muchísimo. Pasaron algunos meses y al publicar algo en facebook con alguna duda de maternidad, una de mis amigas me agregó al famoso grupo y me volví momzilla.  

Éste, es un fenómeno rarísimo y super interesante a la vez, son casi 9,000 mamás con un foro abierto para dudas, buenas y malas noticias, venta de productos, colecta de oraciones, desahogos y todo lo que como mamá quieres expresar, además de una que otra mamá que te hará sentir totalmente cuerda en tu peor día, jojo.

Me volví adicta en un día creo, justo tenía la dosis exacta de curiosidad y morbo por todo lo que publicaban ahí, hasta que un día el changuito decidió no dormir siestas y yo histérica no sabía que hacer, lo publique y recibí un montón de consejos y lo más importante fue que me di cuenta que no solo a mí no me entregaron al manual, sino que a la gran mayoría no se los dieron y esta increíble el rollo de poder tu también compartir tus consejos a mamás tan perdidas como tú.

Han pasado los meses y yo diario me doy mi vuelta por este grupo, disfruto esos ratitos "conociendo" mamás de todo el país, lo que me ha llevado a la conclusión de que la gente a falta de comunidades físicas, ahora tiene comunidades virtuales. 

Yo me acuerdo que cuando eramos niños mis papás tenían una comunidad de amigos y vecinos enorme, entre los vecinos se organizaban las fiestas infantiles, las posadas, las tardes de juego, etc. En mi caso mis papás siempre eligieron vivir en privada y eso nos dio una infancia increíble, pero ellos también tuvieron un rollo muy especial, recuerdo claramente cuando pasaba algo malo e inmediatamente había un vecino en casa cuidándonos, otro cocinando y otro atendiendo a mamá y papá o ayudando en lo que hiciera falta y me doy cuenta como han ido cambiando las cosas, como la sociedad ha ido cerrándose, tal vez por miedo y como la misma necesidad existe y se va compensando con otras cosas.

En el embarazo me recomendaron hacer yoga para los dolores de espalda y debo decir que es buenísimo, se los recomiendo, pero una vez que nacieron los bebés, convencimos a Luisa que nos diera yoga con bebé y cuando los bebes tenían como 2 meses se abrió el grupo; ibamos varias que habíamos ido al prenatal y que no habíamos convivido tanto, pero en este grupo se empezó a crear bien bonita de mamás primerizas con millones de dudas, que acababa cada clase y seguíamos platicando y platicando de la novedad de la maternidad e incluso hay algunas con las que un año después sigo viéndome. En el grupo de yoga prenatal se abrió un grupo de whatsapp y de ahí otro y ha funcionado mas o menos igual que el de facebook, somos casi 100 mamás preguntándonos, compartiendo lo bueno y lo malo, las ilusiones y los miedos y lo más lindo es que en ocasiones ha trascendido de lo virtual a reuniones con mamás y bebés.

Mi conclusión después de divagar, es que ser mamá es una cosa totalmente diferente a lo que habías vivido, todo se revoluciona alrededor de un changuito, tu casa, tu pareja, tu sexualidad, los tíos, abuelos, tus horarios, tus motivaciones, tus intereses, tus miedos, todo... y al final del día es super bonito compartirlo, además de tu familia y amigos, con gente que lo está viviendo igual que tu, que entiende cuando las cosas de pareja están raras, que entiende cuando te saca de onda la familia, que entiende cuando quieres renunciar a la maternidad, cuando no puedes de la emoción porque tu hijo se sentó, etc., y más lindo es aún cuando es presencial y no virtual, así que si algún día quieren darse una vuelta al parque con nosotros, avisennos para invitarlos y que mientras los nenes juegan, podamos echar chisme de este momento maravilloso que es ser mamá.